El cuerpo expresa todo lo que ocurre. Mediante un test, en kinesiología, se puede saber que debilita y que fortalece el cuerpo. Se utilizan pruebas musculares que están relacionadas con un meridiano energético, unos puntos nuerovasculares, unos puntos neurolinfáticos, etc.
Esto es posible por la bioenergética, a través de la cual hay una vibración en la longitud de los brazos a consecuencia de la adaptación del organismo a los cambios internos.
El quiropráctico Geroge Goodheart en EEUU, desarrolló un método que relacionaba los músculos con puntos reflejos y meridianos, fue la cuna de la kinesiología aplicada. El consideraba el triángulo de salud, constituido por estructura, química y emoción. Cualquiera de ellos que esté en desarmonía afectará a los otros dos.
En el año 1980, el fisioterapeuta, osteópata y kinesiólogo Raphael Van Assche, empezó a trabajar a partir de sus observaciones en consulta lo que se llamaría el Arm Reflex. Este reflejos de los brazos es una respuesta de la energía estática, del esquema corporal, que es donde está la información de todo lo ocurrido.
En kinesiología se utilizan las vibraciones electromagnéticas del cuerpo para obtener información a través del cuerpo.
La naturaleza se sirve de vibraciones electromagnéticas para intercambiar informaciones y estas se pueden captar con la kinesiología.
Los procesos enzimáticos están modulados por ondas electromagnéticas con una frecuencia y longitud definidas. Estas frecuencias y longitud de ondas, nos permiten diferencial un fenómeno fisiológico de uno patológico. Las vibraciones patológicas son anormales y dan información de las células que no funcionan correctamente.
Los productos naturales y terapéuticos también emiten vibraciones electromagnéticas fisiológicas. La medicina vibracional se basa en el enfoque del ser humano como una seria de campos electromagnéticos en equilibrio. Y cuando ese equilibrio se rompe en el campo emocional la kinesiología nos permite averiguar por donde se ha desequilibrado.
En esta terapia utilizamos los remedios florales como medio a través del cual influimos sobre los campos electromagnéticos, aportando cambios. Las flores transmiten una energía que puede ser asimilada por el sistema bioenergético, permitiéndole eliminar energía patológica retenida, equilibrando las emociones y recuperando el equilibrio energético.
Una técnica fascinante que hemos incorporado en varias bioterapias, en la que destacamos la bioterapia facial emocional que destaca por lo potente de sus resultados.
Con todo esto... Que tengas un fantástico y maravillo día.
¡Gracias!